En el Hospital Ramón Carrillo implantaron por primera vez una válvula aórtica
Es la primera vez que realizan un procedimiento de este tipo, sin una cirugía a corazón abierto, en un centro médico público de la provincia. El paciente, de 88 años, exhibe buena evolución.
Un equipo del Hospital Central Ramón Carrillo implantó una válvula aórtica artificial a través de un catéter que se introduce por una arteria de la pierna. El procedimiento es histórico, ya que es la primera vez que realizan una práctica de este tipo en un centro médico público de la provincia, gracias a la tecnología, el soporte técnico y el respaldo institucional.
El paciente tiene 88 años. Según informaron, su evolución ha sido muy buena: a 24 horas del procedimiento estaba con todos los parámetros estables.
La implantación de la válvula aórtica transcatéter, TAVI, por las siglas en inglés de Transcater Aortic Valve Implatation, es un procedimiento que tiene varios años en el mundo. Se hizo primero en fases experimentales y actualmente cuenta con aprobaciones de todas las agencias de controles sanitarios. En nuestro país es relativamente nuevo y en San Luis se había realizado solo en centros privados.
Por los altos costos, no es un procedimiento de uso masivo, y está reservado para pacientes de acuerdo a su edad o comorbilidad, es decir, aquellos que presentan enfermedades anexas que pueden aumentar mucho el riesgo quirúrgico de la cirugía convencional y tengan alguna complicación para el reemplazo quirúrgico tradicional.
Si bien es un procedimiento que se realiza con anestesia local, a veces requiere de anestesia general. Por eso el paciente no está exento de riesgo y es muy importante la valoración protocolizada para que la técnica sea mejor tolerada por el paciente y la válvula quede posicionada como corresponde.
El jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular, Daniel José, dijo que esta práctica requiere de un trabajo interdisciplinario muy importante. “En este caso, se realizó el TAVI a un paciente de San Luis Capital que padecía una estenosis valvular aórtica severa y tenía algunas comorbilidades, más allá de la edad”, dijo.
Este procedimiento contó con la logística y la coordinación general de Alfredo Bravo, jefe del Servicio de Cardiología Intervencionista del HCRC. “Estamos muy contentos porque en esta etapa importante del área de cardiovascular, hacemos procedimientos cada vez más complejos e innovadores. En este reemplazo valvular aórtico percutáneo se accede a través de una arteria de la pierna, lo que permite colocar una válvula a través de un catéter, en lugar de la cirugía a corazón abierto que se hacía tradicionalmente. Esto es un paso más en este proceso de crecimiento dentro del área de cardiovascular” resaltó.
El equipo interdisciplinario que llevó adelante la práctica estuvo a cargo de José Bravo, Gabriela Davis y los cardiólogos intervencionistas Aníbal Damonte y Hugo Pollini. Los asistieron el anestesiólogo Sergio Mauras, las instrumentadoras Celina Condorí y María Scofano, el ecocardiografista Sergio Becerra y todo el equipo de técnicos radiólogos de Hemodinamia del HCRC.
Esto significa un salto de calidad para el hospital, por la realización de procedimientos de alta complejidad cardiovascular y endovascular, para el tratamiento moderno de las patologías que más mortalidad generan en el mundo luego de los 50 años.(ANSL)